Es una dieta muy recomendada para casos de SII (Síndrome de intestino irritable) e intolerancia a la fructosa, entre otras patologías específicas.
Siempre debe ser recomendada por un profesional de la salud y debe ser supervisada por un nutricionista, quien se encargará de darnos la dieta, adaptándola para cada caso en particular y haciendo un seguimiento de la evolución del paciente. A su vez nos ayudará a despejar dudas y temores respecto a la misma.
La dieta consiste en 2 etapas:
En la primer etapa se eliminan aquellos alimentos que contienen FODMAP:
- Fermentables,
- Oligosacáridos,
- Disacáridos,
- Monosacáridos
- Polyoles
Lo cual resulta una dieta muy reducida, ya que se eliminan los productos con lactosa, fructosa, las harinas t.a.c.c. (trigo, avena, cebada y centeno), el gluten y los azúcares.
Esta es una etapa muy restrictiva, ya que lo que busca es limpiar el organismo de todas aquellas sustancias que pueden provocar inflamación o cualquier tipo de malestar intestinal. Muchas veces no podemos discernir que nos cae bien y que nos cae mal entre tantas cosas que comemos.
Pasadas las 8 semanas del comienzo de la dieta se procede con la segunda etapa de la misma, en la cual se comienza a probar tolerancia.
Se van incorporando lentamente alimentos, cada un lapso de 3 o 4 días y se observa cómo reacciona el cuerpo frente a ellos. Si el alimento produce inflamación, dolor o cualquier malestar abdominal o físico, es signo de que no nos cae bien y por lo tanto se deberá descartar de la dieta, mientras que los alimentos que no producen ninguna reacción serán incluidos.
Hay casos en los cuales quizás comimos algo que nos cayó mal y si no se espera el tiempo debido es posible que lo siguiente que probemos pueda caernos mal porque el cuerpo aún está eliminando las sustancias nocivas. Es cuestión de paciencia, si algo cae mal mejor esperar como mínimo unos 4-5 días para dejar descansar y sanar a nuestra pancita.
Para tener en cuenta!!!
- Es bastante largo el proceso para llegar a una dieta definitiva donde podamos identificar que nos cae bien y que nos cae mal, para saber realmente que comer.
- Esta dieta depende mucho del cuerpo de cada uno, quizás algo que a todos les cae mal a una persona le cae bien o viceversa. Es cuestión de armarse de paciencia y tratar de ser lo más riguroso, consciente y observador posible, de esta manera aprenderémos a escuchar a nuestro cuerpo, pudiendo alimentarlo con cosas que verdaderamente nos caigan bien y sobre todo que no nos hagan sufrir.
- Algo muy positivo de la dieta es que rápidamente mejora nuestro estado de ánimo, el no estar constantemente inflamado, adolorido, con nauseas o dolores de cabeza, etcétera, realmente ayuda muchísimo a sobrellevarla, pero es fundamental la consulta con el profesional para que no se nos produzca ningún desequilibrio nutricional, que seguramente va a ver reflejado nuevamente en nuestro estado anímico :/
- Con respecto a lo anímico hay que también tener paciencia, los cambios en la alimentación producen cambios en todo el cuerpo, esto puede traer como consecuencia que por momentos nos sintamos bajoneados, tristes e incluso algo depresivos o desbordados, es totalmente normal pero es importante informar de ello al médico y no dejarse llevar, en poco tiempo el cuerpo se reacomoda y volvemos a estar felices y contentos. Demás está decir que obviamente la actitud con la que llevemos la dieta también afectará mucho positiva o negativamente asique mejor a reconectarse con la cocina y experimentar para sentirnos más a gusto.
- Si se quedan en el blog van a encontrar recetas y tips que les van a ayudar ha hacerla mucho más llevadera!!! Bienvenid@s!!!
Besos y abracitos!!!
Ailen
Ailen
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